Científicos del CSIC liberan ejemplares de pulpo para estudiar su comportamiento

Los misterios del ciclo de la vida de estos animales, más cerca de su resolución

Científicos del CSIC liberan en la Ría de Vigo (Galicia) ejemplares de pulpo para estudiar su comportamiento. / José Irisarri

 

Un equipo de científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que investiga desde hace dos décadas la ecología de las larvas de pulpos en libertad en Galicia, está a un paso de desvelar las múltiples incógnitas que hay detrás del ciclo de vida de estos cefalópodos con el objetivo de allanar el camino para su cría en cautividad.

La investigación se enmarca dentro del proyecto ECOSUMA y busca comprender el ciclo de vida en libertad de estas criaturas para hacer la cría de pulpo en cautiverio más ecológica y sostenible.

Para conseguirlo, un grupo de biólogos del Instituto de Investigaciones Marinas (CSIC) ha liberado a 22 pulpos en las aguas vírgenes de las Islas Cíes en Vigo, un hábitat marino único y de una enorme riqueza de flora y fauna, que fue declarado parque natural en 1980. Desde 2002, las Cíes forman parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia.

“Soltamos los primeros dos pulpos en una fase previa y luego otros 20 y lo que analizaremos son las migraciones y los movimientos de estos animales dentro del parque nacional de las Islas Cíes Atlánticas, donde llevamos trabajando desde el año 2000”, ha explicado Ángel González, Investigador Científico del Instituto de Investigaciones Marinas (CSIC).

“Hemos elegido las Cíes porque es un laboratorio natural, todas las condiciones se cumplen para poder estudiar estos animales, no solamente pulpos, sino también chocos, calamares y otros cefalópodos; y por la importancia que tiene desde el punto de vista bioecológico en todos los ámbitos, y es por eso que llevamos monitorizándolas casi 20 años,” ha añadido.

En los últimos años, los científicos del CSIC han intentado recabar información sobre la vida de los pulpos en su hábitat natural mediante grabaciones de vídeo submarinas, pero este nuevo enfoque, que utiliza marcadores acústicos, les permitirá monitorizar más tiempo a estos animales y profundizar en su estilo de vida.

Los primeros resultados se esperan para finales de verano y con ellos los biólogos van a obtener información que les permita un cultivo ecológico de la especie basado en sus condiciones naturales.

«Es la primera vez que se hace un experimento de estas características en el mundo y nos va a brindar una información muy valiosa», ha añadido el experto.

Científicos del CSIC liberan en la Ría de Vigo (Galicia) ejemplares de pulpo para estudiar su comportamiento. / José Irisarri

El aumento de la demanda de la carne de pulpo para consumo humano está detrás de la carrera por conseguir la fórmula del cultivo de estos cefalópodos.

Según un artículo en Seafood Source en 2020, en las últimas tres décadas se ha producido “un aumento relativamente constante en la captura”, que llega prácticamente a duplicarse, de 179.042 toneladas en 1980 a 355.239 toneladas en 2014.

Mientras que muchos otros animales marinos se crían en cautividad desde hace décadas, el caso de los pulpos ha sido especialmente complejo, debido principalmente al misterio que rodea a su ciclo de vida.

Los principales problemas al criar cefalópodos en cautiverio han tenido que ver con la dificultad de mantener con vida a las crías y con hallar una alimentación adecuada durante su fase de maduración, así como de establecer las condiciones óptimas del hábitat artificial.

 

Fuente: Efe