El calendario anual está jalonado de fechas y jornadas para la reflexión a través de los días internacionales, esos que decide instalar en el almanaque Naciones Unidas para movernos a meditar sobre las causas que aún no se han ganado en este mundo.
Las diferencias de género tienen unos cuantos de ellos dedicados en esa agenda anual, desde el que recuerda la violencia por razones de sexo hasta el que denuncia que las mujeres no estamos en el mundo laboral en las mismas condiciones que nuestras colegas masculinos.
En el submundo en el que se ha colocado en algunos lugares de la tierra a la investigación científica, a letra grande y sin distinción de sexos, la Organización de Naciones Unidas se ha acordado de que en ese contexto de maltrato a los científicos la desigualdad por razón de género también dispone en la Ciencia de un notable caldo de cultivo.
¿Por qué las carreras de ciencias, las ingenierías, siguen siendo ‘cosas de chicos’? ¿Por qué no se alienta a las niñas, desde la infancia, a que sean matemáticas, físicas o expertas en aeronáutica? ¿Qué hace que, las que superan los obstáculos culturales y ya son científicas sufran la doble discriminación que padecen por dedicarse a la investigación además de por ser mujeres y no hombres?
Pues bien, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se conmemora el 11 de febrero de cada año desde que Naciones Unidas incluyó a final de 2015 la igualdad de género también en el campo de las ciencias en la denominada Agenda 2030 para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Según un estudio realizado en 14 países, las probabilidades de que las mujeres se matriculen en una carrera de ciencias son mucho menores que las existentes para los alumnos del género masculino. Otro de los datos preocupantes que arroja este informe es que menos del 20% de las féminas que eligen estos estudios los culminan.
Así que el Women and Girls in Science Day es más que una obligada oportunidad para reivindicar el papel valioso y necesario de la mujer en la investigación, tan determinante para el progreso de todos. Y, al mismo tiempo, para recordar y hacer visible el trabajo de decenas, miles, de científicas que han alumbrado con su trabajo y saber ese avance sin que la mayoría sepamos aún de su existencia.
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