Winifred Goldring o cómo se forjó una de las más relevantes palentólogas estadounidenses hace 134 años

 

La científica presidió la Paleontological Society y estudió y describió los estromatolitos, estructuras sedimentarias que son la evidencia de vida más antigua que se conoce en la Tierra, además de bosques fósiles y marinos

Winifred, a mediados de la década de 1920. / Museo de la Tierra de Nueva York

 

Winifred Goldring (1888-1971), que nació un 1 de febrero hace 134 años en Kenwood (Albany, Nueva York), desarrolló su trayectoria vital como científica y divulgadora hasta convertirse en la primera mujer paleontóloga de su país en presidir en 1949 la Paleontological Society estadounidense. Esta mujer de ciencia pionera había sido designada una década antes paleontóloga del estado de Nueva York.

Goldring investigó extraños fósiles en forma de montículo conservados cerca de Saratoga Springs, en el mismo estado de Nueva York. La paleontóloga estudió estos restos que ahora se conocen como estromatolitos, unas formaciones sedimentarias laminadas que crecen adheridas al sustrato y emergen verticalmente, produciendo estructuras de gran variedad morfológica, volumétrica y biogeográfica.

La aportación en este campo de la científica estadounidense fue más que original pues describió por primera vez estos fósiles. Los estromatolitos son la evidencia de vida más antigua que se conoce en la Tierra, se consideran paleoindicadores ambientales, los primeros oxigenadores de la atmósfera y el origen de las zonas que forman los arrecifes. Los más viejos están datados hace 3500 millones de años y son de Warrawoona (Australia ).

La ciencia, en los tesoros paleontológicos de su tierra

Con 26 años esta científica, una de las más prominentes paleontólogas de su país de la primera mitad del siglo XX, fue contratada para desarrollar exposiciones por el Museo del Estado de Nueva York en 1914 y terminó trabajando en esta institución durante cuarenta años.

El mayor logro científico de Winifred fue su investigación sobre el registro fósil de los ‘lirios de mar’ o crinoideos, animales relacionados con las estrellas y los erizos de mar. Publicó un estudio sobre los crinoideos del Devónico (Era Paleozoica, cuando surgieron los primeros anfibios) de Nueva York en el que describió 155 especies, 58 de ellas nuevas para la ciencia. El trabajo la convirtió inmediatamente en una experta de renombre mundial en la especialidad.

Goldring investigó algunos de los tesoros paleontológicos más notables de su tierra. Estudió uno de los bosques fósiles más antiguos que se conservan en las rocas del Devónico (hace 419–359 millones de años) a lo largo de Schoharie Creek, cerca de Gilboa. Los resultados de ese estudio se publicaron en la década de 1920.

La paleontóloga, en una imagen tomada en 1928. / Museo de la Tierra

Su trabajo en el museo le permitió desarrollar otra de sus actividades preferidas: la divulgación. Así, trabajó en un diorama del bosque de Gilboa y participó en la planificación de una exhibición al aire libre de tocones fósiles cerca de esa zona.

Cuando murió en 1971, un obituario en su memoria decía: “En Estados Unidos, es muy difícil que una mujer acceda a un puesto alto en la ciencia. Si hubiera habido un movimiento de liberación de la mujer en la ciencia en su época, es seguro que Winifred Goldring habría estado al frente de tal actividad. La irritaba inmensamente que hubiera tantos geólogos y paleontólogos masculinos sobresalientes y le entristecía que más mujeres no estudiaran geología y paleontología en América del Norte”.

La Asociación de Mujeres Geocientíficas y la Sociedad Paleontológica copatrocinan en su memoria y reconocimiento el Premio Winifred Goldring, de convocatoria anual, que se entrega a la más destacada estudiante en la carrera de paleontología.

 

Fuentes: Museo Estatal de Nueva York; Museo de la Tierra; Sociedad Geológica de América; y MujeresconCiencia.com